Europa

“Los diputados están preocupados por la situación de los gitanos en determinados Estados miembros" de la Unión Europea (UE), dijo Buzek, evitando citar a Francia que en los últimos días ha despertado la atención de la comunidad internacional.

"Todos los ciudadanos europeos tienen los mismos derechos en el seno de la UE. Nadie puede ser expulsado de un país simplemente porque pertenece a la minoría gitana", subrayó Buzek en un comunicado.

Estas expulsiones están sobre el tapete desde que el presidente francés, Nicolás Sarkozy estimó a fines de julio que los disturbios callejeros consecutivos a la muerte de un joven de esa comunidad por disparos de un gendarme mostraban "los problemas que plantea la conducta de algunos gitanos".

Poco después, tras una polémica reunión dedicada a los gitanos en la que participaron altas autoridades francesas, el gobierno afirmó que la mitad de los campamentos ilegales en Francia serían desmantelados en un plazo de tres meses.

Desde entonces, casi un millar de gitanos han sido deportados hacia Bulgaria y Rumania, sus países de origen.

Entrevistado por Radio Francia Internacional, el colombiano Juan Rodríguez, director y fundador de la asociación Coup de Main que ayuda a los gitanos rumanos en Francia aseguró que no se trata de un grupo que cree problemas de seguridad. Al menos, "no más que otros", dijo Rodríguez quien manifestó su desacuerdo con las medidas adoptadas por el gobierno francés.

Rodríguez: Un gitano que viene de Rumania tiene derecho como ciudadano europeo a circular, pero solamente a circular. No puede pararse. Y hay que circular todo el tiempo. Porque para establecerse en Francia es necesario que justifique medios económicos y que no sea una carga para la sociedad.

Tiene que ser una persona que puede subsistir por sus propios medios. O bien sea turista ó tiene que ser una persona que trabaja. Un gitano que viene sin calificación específica para un país desarrollado como Francia no encuentra otro tipo de trabajo que recoger hierro en las calles. Vive de lo que la sociedad desecha. Encuentra en la basura objetos que los vende después en una plaza alrededor de París, los fines de semana y también vive de la limosna. A pesar de que son buenos trabajadores porque aceptan todo tipo de trabajo no calificado. En estas sociedades hay trabajos que nadie quiere hacer: trabajar con la basura, entrar en las canalizaciones de agua sucia… Casi nadie quiere hacerlo. El gitano acepta todo tipo de trabajo, porque él sabe que necesita ganar dinero para alimentar a su familia. Ellos viven en familia y se movilizan en familia. Es una fuerza que al mismo tiempo también entra en dificultad porque la sociedad francesa no estaba preparada para recibir gente que está en la calle y en familia.

Periodista: Estos rumanos que han sido expulsados y repatriados a su país, ¿van a regresar, ó no?

Rodríguez: Ellos van a regresar. Han regresado siempre. Yo insisto que en este momento se colocan los reflectores para mostrar este problema, pero este problema existe desde hace más de cinco años. En la estadística aparece que 8.000 personas han sido evacuadas. Políticamente es una buena cifra. Porque quiere decir, “hacemos bien el trabajo como Estado”. La realidad es que seguido, seguido, han sido las mismas personas expulsadas dos, tres, cuatro veces porque no había un seguimiento preciso.